martes, 5 de octubre de 2010

+++++ 140 +++++



ALEXANDRE DUMAS (HIJO)
La dama de las camelias - 1884

7/10
[mr.camping]



Efectivamente; ¿puede darse nada más horroroso que la vejez de la prostitución, sobre todo en la mujer? Privada de toda dignidad no inspira ninguna clase de interés. El remordimiento continuo, no del mal camino recorrido, sino de los cálculos equivocados y del dinero malversado, es una cosa verdaderamente triste. Conocí a una de estas desgraciadas ancianas, que de su pasado no lo quedaba más que una hija, casi tan hermosa como lo había sido la madre, según testimonio de sus contemporáneos. La infeliz niña, a la que su madre jamás había dado el nombre de hija por otra cosa que para ordenarle que sostuviese su vejez, en compensación de haberla mantenido en su infancia; aquella desgraciada criatura se llamaba Luisa, y por obediencia a su madre, se abandonaba al vicio sin voluntad, sin pasión, sin goce alguno, de igual manera que hubiera ejercido, si se lo hubiesen enseñado, un oficio cualquiera. El hábito continuo del libertinaje, en el cual había nacido, acompañado de una naturaleza débil y enfermiza; habían privado a la pobre niña de la inteligencia del bien y del mal, que, si Dios se la había concedido al nacer, nadie había cuidado de arraigar.

No hay comentarios: