martes, 29 de diciembre de 2009

+++++ 28 +++++



RAY BRADBURY

Crónicas marcianas - 1950


8/10
[mr.camping]


"Y después de construir y bautizar los pueblos, construyeron y bautizaron los cementerios: colina Verde, pueblo Musgo, colina Bota, y los primeros muertos bajaron a las sepulturas…
Y cuando todo estuvo perfectamente catalogado, cuando se eliminó la enfermedad y la incertidumbre, y se inauguraron las ciudades y se suprimió la soledad, los sofisticados llegaron de la Tierra. Llegaron en grupos, de vacaciones, para comprar recuerdos de Marte, sacar fotografías o conocer el ambiente; llegaron con estrellas e insignias y normas y reglamentos, trayendo consigo parte del papeleo que había invadido la Tierra como una mala hierba, y que ahora crecía en Marte casi con la misma abundancia. Comenzaron a organizar la vida de las gentes, sus bibliotecas, sus escuelas; comenzaron a empujar a las mismas personas que habían venido a Marte escapando de las escuelas, los reglamentos y los empujones.
Era por lo tanto inevitable que algunas de esas personas replicaran también con empujones…"

lunes, 28 de diciembre de 2009

+++++ 27 +++++



KIKO AMAT
Rompepistas - 2009


9/10
[pompas]


"Llamadme Rompepistas. Se lo inventó Carnaval, y ahora todo el pueblo me llama así, todo el pueblo menos mis padres y abuelos, que me llaman normal. Lo que quiero decir con esto es que me llaman por el nombre con el que fui bautizado, no que digan: Sí, éste es mi hijo, Normal.
Normal Pérez.

[...] Sólo llamadme Rompepistas. Rompepistas está bien. No me importaría llamarme siempre así, con la condición de que ningún listo empiece a recortarlo: ni Rompe, ni Pistas. Y, desde luego, al que me llame Pepi tendré que crearle gran dolor.
Llamadme Rompepistas, pero al loro: con todas las sílabas.
De hecho, si lo pienso mejor, por mil pesetas podéis llamarme lo que os dé la gana, soy joven y barato. Rompetechos. Rompehielos. Rompeolas. Rompenecios. También me da igual.
¿Rompepelotas, quizás?"

domingo, 27 de diciembre de 2009

+++++ 26 +++++




D. H. LAWRENCE
El amante de Lady Chatterley - 1928


7/10
[mr.camping]


"Se han terminado las agallas. El coche y el cine y el avión les han sorbido lo poco que tenían. Te lo digo yo, cada generación engendra a otra más incapaz, con tripas de caucho y piernas de hojalata y caras de hojalata. ¡Gente de hojalata! Es una especie de bolchevismo perenne que mata al ser humano y rinde culto al ser mecánico ¡Dinero, dinero, dinero! Toda la gente de ahora se empeña en matar los viejos sentimientos humanos, en hacer picadillo al viejo Adán y a la vieja Eva. Todos son iguales. Todo el mundo igual: quieren matar la realidad humana y ofrecen una libra por cada prepucio y por cada par de cojones. ¡El coito no es más que una función mecánica…! Y todo así. Se les paga para castrar al mundo, y se les da dinero y dinero y dinero para que le arranquen las agallas al mundo y lo conviertan en máquinas trepidantes."

sábado, 26 de diciembre de 2009

+++++ 25 +++++



MICHAEL CUNNINGHAM
Las horas - 1999


8/10
[mr.camping]


"Sí, piensa Clarissa, ya es hora de que termine el día. Organizamos fiestas; abandonamos a nuestras familias para vivir solos en Canadá; con gran trabajo escribimos libros que no cambian el mundo, a pesar de nuestras dotes, sin escatimar esfuerzos, y a pesar de nuestras esperanzas más descabelladas. Vivimos nuestra vida, hacemos lo que hacemos y luego dormimos: es tan sencillo y vulgar como esto. Unos pocos se tiran por la ventana o mueren ahogados o toman pastillas; más personas mueren a causa de accidentes; y la mayoría de nosotros, la gran mayoría, somos devorados lentamente por alguna enfermedad o, si tenemos mucha suerte, por el tiempo mismo. El único consuelo que tenemos es esta hora o aquella en que nuestra vida, contra toda probabilidad y contra toda expectativa, se abre de pronto y nos da todo lo que hemos imaginado, aunque todos, menos los niños (y quizá ellos también) sabemos que a esas horas, inevitablemente, les seguirán otras, mucho más oscuras y arduas. Apreciamos, no obstante, la ciudad, la mañana; por encima de todo, confiamos en que sigan existiendo.
Sólo el cielo sabe por qué las amamos tanto."

viernes, 25 de diciembre de 2009

+++++ 24 +++++



AGATHA CHRISTIE
Diez negritos - 1939


5/10
[mr.camping]


"Diez negritos se fueron a cenar.
Uno se ahogó y quedaron:
Nueve.

Nueve negritos trasnocharon mucho.
Uno no se despertó y quedaron:
Ocho.

Ocho negritos viajaron por Devon.
Uno se escapó y quedaron:
Siete.

Siete negritos cortaron leña con un hacha.
Uno se cortó en dos y quedaron:
Seis.

Seis negritos jugaron con una colmena.
A uno de ellos le picó una abeja y quedaron:
Cinco.

Cinco negritos estudiaron derecho.
Uno de ellos se doctoró y quedaron:
Cuatro.

Cuatro negritos se hicieron a la mar.
Un arenque rojo se tragó a uno y quedaron:
Tres.

Tres negritos se pasearon por el zoo.
Un oso los atacó y quedaron:
Dos.

Dos negritos estaban sentados en el sol.
Uno de ellos se quemó y quedó:
Uno.

Uno negrito se encontraba solo.
Y se ahorcó, y no quedó
¡ninguno!"

miércoles, 23 de diciembre de 2009

+++++ 23 +++++



F. SCOTT FITZGERALD
El último magnate - 1941


7/10
[pompas]


" - Ahí tiene un escritor - dijo -. Lo sabe todo y al mismo tiempo no sabe nada.
- ¿Qué quieres decir con eso? - saltó Wylie, indignado.

Era la primera noticia que tenía de que él fuese escritor. A pesar de gustarme los escritores - porque cuando se les pregunta algo siempre dan una respuesta -, esto lo hizo desmerecer ante mis ojos. Un escritor no es exactamente una persona. Si es bueno, será muchas personas esforzándose en ser una sola. Sucede como con los actores, que en vano intentan no mirarse en los espejos y se echan hacia atrás... únicamente para ver sus rostros reflejados en las arañas de luces.

- ¿No son así los escritores, Celia? - preguntó Schwartz -. Me faltan palabras para describirlos. Pero sé que estoy en lo cierto.

Wylie lo miró con lenta y contenida furia."

martes, 22 de diciembre de 2009

+++++ 22 +++++



IAN McEWAN
Chesil Beach - 2008


7/10
[mr.camping]


"Tan sólo medio minuto antes se había enorgullecido de dominar sus sentidos y aparentar calma. Pero ahora fue incapaz de reprimir su repugnancia primaria, su horror visceral a que la rociara el líquido, el limo de otro cuerpo. En cuestión de segundos, la brisa del mar había enfriado el fluido sobre su piel, y sin embargo, como ella preveía, parecía quemarla. Nada en su ser habría podido contener aquel grito de repulsión, instantáneo. Sentirlo circular por su piel en regueros gruesos, sentir su ajeno espesor lechoso, su íntimo olor almidonado, que arrastraba consigo el hedor de un secreto vergonzoso encerrado en una reclusión mohosa…, no pudo evitarlo, tenía que deshacerse de aquello. Mientras Edward se encogía ante ella, Florence se volvió y se puso de rodillas, agarró una almohada de debajo de la colcha y se limpió frenéticamente. Al hacerlo sabía lo aborrecible, lo descortés que era su conducta, sabía que agravaba la desdicha de Edward ver la desesperación con que ella se eliminaba de la piel aquella parte de él mismo. Y de hecho no era tan fácil. Se adhería al esparcirlo, y en algunas partes se le estaba ya secando como una pasta agrietada. Eran dos personas: una, exasperada, que se restregaba con la almohada, y la otra que al verlo se detestaba por su comportamiento. Era insoportable que él la observase, que viese a la mujer despiadada e histérica con la que había cometido la estupidez de casarse. Ella podía odiarle por lo que él estaba presenciando y nunca olvidaría."

lunes, 21 de diciembre de 2009

+++++ 21 +++++



ALFREDO BRYCE ECHENIQUE

El huerto de mi amada - 2002


7/10
[mr.camping]


"Carlitos Alegre jamás se fijó absolutamente en nada, ni siquiera en la calle de la Amargura o en la casona de ese amarillo demolible, o en el balcón del Prado, muchísimo menos en lo de la antigüedad y la clase, y a Consuelo ni siquiera la veía, lo cual sí les jodía a los hermanos Céspedes, pero eso les pasa por interesados y tan trepadores y a su edad. Y Carlitos Alegre no se fijaba nunca en nada, ni siquiera en que había nacido en una acaudalada familia de padres e hijos dermatólogos de gran prestigio, y mucho menos en que su ferviente y rotundo catolicismo lo convertía en una persona totalmente inmune a los prejuicios de aquella Lima de los años cincuenta en que había egresado en el colegio Markham y se preparaba para ingresar en la universidad y seguir la misma carrera en la que su padre y su abuelo paterno habían alcanzado un reconocimiento que iba más allá de nuestras fronteras.
Carlitos Alegre jamás se fijó absolutamente en nada, ni siquiera en que tenía dos preciosas hermanas menores, Cristi y Marisol, de dieciséis y catorce años, respectivamente, tan preciosas como su madre, Antonella, nacida y educada en Boloña, y que intentó enseñarle italiano y sabe Dios cómo él acabó aprendiendo latín. De puro beato, seguramente."

jueves, 17 de diciembre de 2009

+++++ 20 +++++



JEFFREY EUGENIDES

Middlesex - 2002


8/10
[pompas]


"Ése era otro atractivo de los servicios del sótano. Estaban cubiertos de pintadas. Arriba, las fotos de clase mostraban filas y filas de caras de alumnas. Abajo eran todo cuerpos. Dibujados con tinta azul, había hombrecillos con gigantescos órganos sexuales. Y mujeres con pechos enormes. Además de diversas permutaciones: hombres con penes insignificantes, y mujeres con penes, también. Era muy instructivo, tanto sobre lo existente como sobre lo que podría existir. En el mármol gris, aquellos dispares grabados de cuerpos haciendo cosas, con órganos crecientes, encajándose, cambiando de forma, constituían una novedad. Aparte de chistes, mensajes para iniciadas, confesiones. En un sitio: "Me encanta follar". En otro: "Patty C. es una guarra". ¿En qué otra parte podría esconderse una chica como yo, que ocultaba al mundo un hecho que ella misma no llegaba a entender, en qué otro sitio podría sentirme más cómoda que en aquel reino subterráneo donde la gente escribía lo que no podía decir, donde manifestaba sus experiencias y deseos más vergonzosos?"

martes, 15 de diciembre de 2009

+++++ 19 +++++



ALBERT CAMUS

La peste - 1947


7/10
[mr. camping]


"La ciudad, en sí misma, hay que confesarlo, es fea. Su aspecto es tranquilo y se necesita cierto tiempo para percibir lo que la hace diferente de las otras ciudades comerciales de cualquier latitud. ¿Cómo sugerir, por ejemplo, una ciudad sin palomas, sin árboles y sin jardines, donde no puede haber aleteos ni susurros de hojas, un lugar neutro, en una palabra?. El cambio de estaciones sólo se puede notar en el cielo. La primavera se anuncia únicamente por la calidad del aire o por los cestos de flores que traen a vender los muchachos de los alrededores; una primavera que venden en los mercados.
(...)
Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa.
(...)
La felicidad llegaba a toda marcha, el acontecimiento iba más deprisa que el deseo. Rambert sabía que todo iba a serle devuelto de golpe y que la alegría es una quemadura que no se saborea"

viernes, 11 de diciembre de 2009

+++++ 18 +++++



RICHARD FORD
De mujeres con hombres - 1997


6/10
[mr. camping]


"Helen había hecho recientemente algunos desagradables comentarios acerca de lo entusiastamente dispuesto que él siempre estaba para el tipo de sexo en que ella era una experta: el “sexo de adultos”, como ella lo llamaba; otras veces lo llamaba “sexo sin necesidad de andar cogiéndose de la mano”. Pero posiblemente él no se prestaba a tal sexo tan entusiastamente como ella imaginaba. Las mujeres, quién sabe por qué, parecían haberse vuelto sexualmente insaciables. Una profesora de Económicas de Wilmot College con la que había tenido una aventura en la primera semana de desconcierto después de que Penny le abandonara, había expresado su necesidad de que follara con ella todo el tiempo, incansablemente, lo que a Matthews, la verdad, no le había agradado demasiado. Le había hecho sentirse inseguro. No hubo encuentro humano; ni siquiera deseo de que lo hubiera. Negarle algo a aquella mujer hubiera sido considerado por ella un feroz insulto. Las mujeres siempre habían podido decir “No”, o “Vayamos un poco más despacio”, o “No estoy preparada”…, lo que en su caso juzgaran conveniente. Y a los hombres se les pedía que les pareciese bien. Y ahora los hombres "no podían decir las mismas cosas sin que a las mujeres les “reventara” oírlo."

jueves, 10 de diciembre de 2009

+++++ 17 +++++



ROBERT LOUIS STEVENSON
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde - 1886


7/10
[mr. camping]


"Al instante despertó en mí el espíritu del infierno, bramando embravecido. Con un arrebato de júbilo, vapuleé al indefenso cuerpo, saboreando con deleite cada golpe; y sólo cuando, en la cumbre de mi delirio, empecé a notar señales de fatiga, me sobrecogió súbitamente el corazón un frío estremecimiento de terror. Al dispersarse aquella niebla, me di cuenta de que mi vida estaba perdida y huí de la escena de aquellos sucesos, gloriándome y temblando a un mismo tiempo, satisfecha y estimulada mi ansia de mal, y más hondo que nunca arraigado mi amor a la vida. Corría a casa del Soho y (para redoblar la seguridad) destruí mis papeles; y luego salí a la calle, alumbrada por los faroles, con el alma preso del mismo y dividido en éxtasis, refocilándome en mi crimen, planeando atolondradamente otros, y sin embargo acelerando la marcha, al tiempo que ponía mis cinco sentidos al acecho de los pasos del vengador. Hyde tenía una canción en los labios mientras mezclaba la droga, que bebió brindando por el difunto. Apenas habíanse disipado las agonías de la transformación, cuando ya estaba Henry Jekyll postrado de rodillas, con un torrente de lágrimas de gratitud y remordimiento, alzando a Dios sus manos entrelazadas."

miércoles, 9 de diciembre de 2009

+++++ 16 +++++



HARUKI MURAKAMI
Sputnik, mi amor - 1999


6/10
[mr. camping]


"A los veintidós años, en primavera, Sumire se enamoró por primera vez. Fue un amor violento como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura. Un amor que lo derribó todo a su paso, que lo succionó todo hacia el cielo en su torbellino, que lo descuartizó todo en una arranque de locura, que lo machacó todo por completo. Y, sin que su furia amainara un ápice, barrió el océano, arrasó sin misericordia las ruinas de Angkor Vat, calcinó con su fuego las selvas de la India repletas de manadas de desafortunados tigres y, convertido en tempestad de arena del desierto persa, sepultó alguna exótica ciudad amurallada. Fue un amor glorioso, monumental. La persona de quien Sumire se enamoró era diecisiete años mayor que ella, estaba casada. Y debo añadir que era una mujer. Aquí empezó todo y aquí acabó (casi) todo."

martes, 8 de diciembre de 2009

+++++ 15 +++++



JOHN DOSS PASOS
Manhattan Transfer - 1925


9/10
[mr. camping]


"Dólares.

Caras todo a lo largo de la batayola; caras en todas las portillas. A sotavento salía un olor rancio del vapor que estaba fondeando en el puerto, un poco escorado, con la bandera amarilla de la cuarentena ondeando en el palo mayor.
- Un millón de dólares daría yo –dijo el viejo soltando los remos- por saber a qué vienen.
- Por eso mismo, abuelo –dijo el joven sentado a la popa-. ¿No es éste el país de las oportunidades?
- Una cosa sé –continúo el viejo-, y es que cuando yo era muchacho no venían más qu’irlandeses por primavera, con el primer banco de sábalos…Ya no hay sábalos, y esa gente Dios sabe de ande vienen.
- Es el país de las oportunidades."

sábado, 5 de diciembre de 2009

+++++ 14 +++++



JUAN JOSÉ MILLÁS
La soledad era esto - 1990


5/10
[pompas]


"[...] En otras palabras, mi madre me mostró el estrecho pasillo y las mezquinas habitaciones por las que debería discurrir mi existencia, pero al mismo tiempo me dio un mundo para soportar ese encierro o para hacerlo estallar en mil pedazos. Me dio todo lo bueno y todo lo malo al mismo tiempo y confusamente mezclado, pero me dejó su butaca y su reloj: la butaca para que me sentara a deshacer la mezcla; y el reloj para medir el ritmo de la transformación."

viernes, 4 de diciembre de 2009

+++++ 13 +++++



JOHN STEINBECK
Las uvas de la ira - 1939


10/10
[mr. camping]


"El tío John apareció con seis carretes de alambre en el carro. Se los cambió a Padre por un cochinillo. Nunca supimos de dónde había sacado el alambre.

- El tío John era un cabrón. Lo que hizo con aquel cochinillo….-rió entre dientes y sigó caminando.

Jim Casy esperó con impaciencia. La historia no continuaba.

Casy le dio tiempo antes de exigir, con cierta irritación:

- Bueno, ¿qué fue lo que hizo con el cochinillo?

Mató al cochinillo allí mismo y le dijo a Madre que encendiera el hogar. Cortó las chuletas de cerdo y las puso en la sartén y metió las costillas y una pierna en el horno. Comió chuletas hasta que las costillas estuvieron listas y costillas hasta que se hizo la pierna. Y entonces atacó la pierna, cortando grandes pedazos que se iba metiendo en la boca. Los chicos dábamos vueltas alrededor, mientras se nos hacía la boca agua, y él nos dio algunos trozos, pero no quiso darle nada a Padre. Al final comió tanto que vomitó y se quedó dormido. Mientras dormía, nosotros y padre nos acabamos la pierna. Pues bien, cuando tío John despertó por a mañana agarró la otra pierna y la metió en el horno. “John, ¿te vas a comer el maldito cerdo entero?”, le preguntó Padre. “Es lo que pretendo, Tom, pero temo que se va a echar a perder antes de que me lo pueda comer todo, a pesar de que estoy hambriento de cerdo. Quizá lo mejor sea que te cojas un plato y me devuelvas un par de rollos de alambre”, contestó. Bien, Padre no tiene un pelo de tonto. Dejó que John siguiera comiendo cerdo hasta que se puso malo, y cuando se marchó se había comido poco más de la mitad. “¿Por qué no lo salas?”, sugirió Padre. Pero no, el tío John no es de ésos; cuando le apetece cerdo quiere uno entero, y cuando ha terminado no quiere ver ningún resto de cerdo a su alrededor. Así que se fue y Padre saló lo que había quedado."

jueves, 3 de diciembre de 2009

+++++ 12 +++++



QUIM MONZÓ

Gasolina - 1983


6/10
[mr. camping]


"A fuerza de dibujar, agotó todas las hojas de la libretita. Le angustió haberse quedado sin material de trabajo. Se rascó el cuello, se dirigió al lavabo y arrancó una toalla de papel. Dibujó en ella una raya horizontal. Oscureció la parte de debajo. Lo miró. No le agradaba. La arrugó hasta convertirla en una bolsa, que arrojó a la papelera. Cogió una segunda toallita de papel…
Una hora después, metió la mano en el cajetín y descubrió que ya no quedaba ninguna toallita. Aprovechó entonces el rollo de papel higiénico de reserva que había en el armario y, cuando lo hubo terminado, el poco que quedaba en el portarrollos. En los mosaicos del lavabo, dibujó siluetas de hombres huyendo; en el techo, formas geométricas sencillas; en el espejo, una gran cara sin facciones; en el suelo, fechas…Regresó a la habitación. Llenó las paredes de un fantástico paisaje desértico, con tres ovnis a punto de aterrizar y una luna risueña al fondo. Después, descontento, lo tachó todo. Cuando se le agotó la carga del rotulador, buscó en todos los bolsillos: de la camisa, de la americana, de la gabardina…Al no encontrar nada, abrió el monedero de Hildegarda y vació su contenido sobre la mesita. Con el lápiz de las cejas, dibujó la sobra de una mujer en la puerta del lavabo y, sin tiempo de buscar otra superficie más limpia, dibujó encima la silueta de una pirámide, y al terminar le dio volumen. A medio dibujar, se le acabó el lápiz de las cejas. Entre las cosas esparcidas por la mesa, encontró una barra de labios. La barra, sin embargo, no duró mucho rato, y no tardó en verse rayando el cristal con el metal de la barra de labios…"

miércoles, 2 de diciembre de 2009

+++++ 11 +++++



JOHN CHEEVER

La geometría del amor - 1946-1978


6/10
[pompas]


" Se quitó el suéter que colgaba de sus hombros y se zambulló. Sentía un inexplicable desprecio hacia los hombres que no se arrojaban a la piscina. Usó una brazada corta, respirando con cada movimiento del brazo o cada cuatro brazadas y contando en un rincón muy lejano de la mente el uno-dos, uno-dos de la patada nerviosa. No era una brazada útil para las distancias largas, pero la domesticación de la natación había impuesto ciertas costumbres a este deporte, y en el rincón del mundo al que él pertenecía, el estilo crol era usual. Parecía que verse abrazado y sostenido por el agua verde claro era no tanto un placer como la recuperación de una condición natural, y él habría deseado nadar sin pantaloncitos, pero en vista de su propio proyecto eso no era posible. Se alzó sobre el reborde del extremo opuesto - nunca usaba la escalerilla- y comenzó a atravesar el jardín. Cuando Lucinda preguntó adónde iba, él dijo que volvía nadando a casa."

martes, 1 de diciembre de 2009

+++++ 10 +++++



JOHN UPDIKE

El regreso de Conejo - 1971


7/10
[mr. camping]


"- Yo no soy racista, me gusta trabajar con los negros y lo he hecho durante veinte años, si fuese indispensable viviría con algunos en la casa de al lado, aunque la verdad es que todavía no han invadido Mt. Judge, pero toda intimidad que vaya más allá de eso es como jugar con fuego, te lo digo por experiencia.
- ¿Qué experiencia?
- Te defraudarán –dice papá-. No tienen el menor sentido del deber. No estoy culpando a nadie, pero ésa esa la verdad, te defraudarán y después se reirán de ti. Me has preguntado qué experiencia, no quiero hacer historia, pero te aseguro que son muchas las cosas que podría contarte, recuerda que me crié en el tercer distrito cuando era más blanco que negro, y nos equivocamos en todo sentido. Conozco a la gente de este condado. Son personas bondadosas. Les gusta comer, beber, tener su barrio de burdeles y su lotería clandestina, elegirán una vez y otra la misma escoria para los cargos públicos, pero no les gusta nada ver que profanan a sus mujeres"